Proyecto polémico

CAME quiere a las pymes fuera de la ley antidespidos

El presidente de la entidad, Osvaldo Cornide, emitió un comunicado plasmando su posición.

Por Sección Economía

 Por Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).


Las crisis económicas son momentos muy delicados para los diferentes actores sociales, y es correcto que los gobiernos busquen proteger a los sectores más vulnerables. En esas protecciones, sin embargo, hay que ser muy cuidadosos de que la solución no sea un agravante del problema.

Exactamente eso es lo que puede ocurrir con la ley antidespidos si se incluye a las pymes dentro del esquema de doble indemnización que establece la normativa.

Las pymes atraviesan una de las peores crisis económicas en años, con caídas profundas en sus niveles de ventas, con recortes en sus pedidos de producción y con problemas serios de liquidez y rentabilidad que las están poniendo al límite de la supervivencia. La Argentina no dispone de estadísticas certeras, pero conocemos que en el último año han cerrado muchas empresas que no pudieron resistir al actual entorno crítico, un entorno que combina baja demanda con subas de costos y altísimas tasas de financiamiento. 

Imponer una doble indemnización en este momento tendría un efecto automático: se frenaría todo intento de contratación de nuevos empleos en las pymes ya que ningún empresario querrá asumir un costo adicional a los altísimo y crecientes costos actuales. Eso no sólo limitará la creación de empleo y alentará la conflictividad laboral, sino también ralentizará cualquier posibilidad de recuperación de la economía. 

Tengamos en cuenta que en esta coyuntura negativa, hay algo positivo: los empresarios aún mantienen expectativas de que la situación se revierta a partir del segundo semestre del año. Pero apenas comiencen a visualizarse señales de recuperación, ninguna empresa se lanzará a contratar empleos con un marco normativo que la castiga por intentarlo.

Para elaborar normativas como la doble indemnización por despidos es importante comprender cómo es la dinámica del empleo en las pymes. Pasamos a explicarlo. Para esas empresas, el empleado es parte viva de su estructura, hay vínculos, muchas veces cercanos, hay afectos porque cada dueño conoce a sus trabajadores, conoce a su familia, y en general la empresa invirtió tiempo y dinero en la capacitación de su personal. 

Las pymes son escuela y familia. Sin mencionar lo más obvio: de por sí los despidos son costosos y en un escenario donde se espera una pronta reactivación, las empresas pequeñas saben que recontratar personal es también muy difícil y caro para ellas. 

Todo eso hace que la mayoría de los empresarios pequeños y medianos analice reiteradas veces antes de efectuar un despido. Y la realidad lo confirma: la industria pyme viene mostrando caídas en sus niveles de actividad desde hace más de tres años y sin embargo ha sostenido a cada uno de sus empleados en ese tiempo. Lo mismo sucede en el comercio, que cae desde enero pasado, y los que han despedido personal son solamente quienes no tuvieron más opción que cerrar. Pero incluso en esos casos, se trabajó en reubicar al personal.

Si algo caracteriza a las pymes es su resistencia por sostener el empleo aún en los peores contextos. Algo completamente opuesto a cómo funcionan las grandes firmas, que ante la primera señal de caída en la demanda no pierden tiempo y prescinden del personal sin ningún sentimiento que lo frene. La Argentina no tiene hoy estadísticas de empleo actualizadas, pero de las cifras que nos van acercando diferentes fuentes, vemos dos núcleos claro por dónde están viniendo los despidos: las grandes empresas y el sector público. No las pymes.

Todos estos argumentos confirman que propuestas como la doble indemnización deben enfocarse en las grandes empresas e, irreductiblemente, excluir a las pymes. Castigarlas es castigar a la economía y frenar todo intento de recuperación del empleo. 

Las pymes representan el 99% del universo empresarial. Son más de 600 mil empresarios pequeños y medianos, según el Ministerio de Trabajo, y casi un millón según el INDEC. Si se quiere sostener el empleo y reactivar la economía, no hay que pensar en castigos que pongan al empresario más cerca de cerrar sus puertas, sino en opciones que los impulsen a invertir más y mejor.


-¿Estas de acuerdo con los dichos del titular de la CAME?

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