SOLIDARIDAD SIN LIMITES

Cuando la fuerza del corazón mueve y recorre montañas desiertas

El ejemplo lo dio esta semana en Malargüe Juana Puebla, una humilde mujer que hizo todo lo posible para ayudar a una anciana.

Luego de conocerse la historia de Ángela Sosa, una abuela de unos 80 años, que vive junto a su hijo a más de 300 kilómetros de Malargüe, en un lugar casi desconocido y perdido en el desierto de las Sierras de Chachaúen, y que subsiste con la crianza de un puñado de chivos, comenzó una cadena solidaria en Malargüe con la campaña organizada silenciosamente por una vecina: Juan Puebla. Ella en pocos días consiguió desde la jubilación, hasta colchones y comida.

Esta es la imagen que se viralizó y llegó a cada rincón del país a partir de una nota periodística realizada por comunicadores de la localidad neuquina de Rincón de Los Sauces, limítrofe con el extremo sureste de la provincia de Mendoza.

En la misma, que contó con soporte televisivo y gráfico, daba cuenta de la situación de vulnerabilidad que estaba viviendo la anciana Ángela Sosa y su hijo Felipe, ambos habitantes del Puesto Viejo, en las Sierras de Chachahuén, un paraje inhóspito y de difícil acceso, reflejo del desierto y la soledad inmensa.

Esto motorizó una campaña solidaria desde esa comunidad neuquina, que culminó hace unos días, cuando luego de sortear cañadones secos, caminos casi inexistentes y dos horas de viaje con vehículos 4x4. Ángela y Felipe recibieron alimentos, ropa de cama, medicamentos, artículos de limpieza, ropa de abrigo y calzado.

Cuando a través de las redes sociales esto se conoció en la comunidad de Malargüe, la chispa solidaria también prendió en la ciudad sureña. Las ganas de viajar y recorrer más de 320 kilómetros, y cuatro horas y media de viaje, sobraron para el primer grupo de malargünos que llegaron hasta ese lugar motorizados para ayudar en forma incondicional, sin intereses ajenos a vecinos que sin querer, por la lejanía y el tiempo habían sido olvidados por todos nosotros.

Entre esos malargüinos, podemos contar lo que realizó Juana Puebla, una vecina de la ciudad, pero comprometida con acciones nobles, que en pocos días y a través de facebook inicio la primera de varias campañas que se están realizando por estos días.

Juana y en diálogo con SITIO ANDINO lo primero que aclaró fue que “no quiero que mi nombre trascienda, toda mi vida he ayudado a gente que ha necesitado, porque a mi mas de una vez me han estirado una mano”, pero obviamente gestos como estos no se pueden dejar de informar.

La mujer, quien trabaja de celadora en un jardín de infantes de la ciudad de Malargüe comentó que “me enteré como la mayoría por Internet, parientes de Rincón de Los Sauces me pasaron fotos de esta situación, y de inmediato sentí el deseo de ir y ayudar”.

“Lo primero fue ir a ver a Javier Barrera de la Municipalidad de Malargüe, el encargado de Distritos, al Área de la Salud y a ANSES para ver que se necesitaba para conseguirle la jubilación, porque sabíamos que no tenía”, siguió relatando la vecina malargüina.

A lo que agregó: “en menos de una semana José Aguilera de ANSES ya había comenzado los trámites de la jubilación, desde el Concejo de Deliberantes, por gestión de Juan José Narambuena y Eduardo Coria se logró la movilidad que se necesitaba para lo que ya habíamos conseguido, colchones, mercadería, ropa, y muchas cosas que se habían logrado recolectar gracias a un jovencito que siempre está donde lo necesitan: Lucas Villar”.

“No debo de dejar de agradecer a Mario Sepúlveda, Silvia Sepúlveda, la gente de ANSES que ya logró a jubilación, a mis hijos, a la agente sanitario que a caballo y al menos una vez al mes va al puesto y la controla, y a todos que permitieron que a principios de esta semana llegáramos hasta Chachaúen, un lugar desierto, pero que esconde misterios o historias como estas”, terminó diciendo Juana Puebla, a quién desde acá saludamos y agradecemos por mostrarnos que solamente a veces necesitamos ganas para hacer grandes cosas.

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