Crisis helena

La imagen de la desolación griega

A sus 77 años, Giorgos Chatzifotiadis hizo cola en cuatro bancos para poder cobrar la jubliación de su mujer. En todos le dijeron que no.

Por Sección Sociedad

Hizo cola en tres bancos. A sus 77 años, Giorgos Chatzifotiadis se había dispuesto a cobrar la pensión de su mujer. Soportó estoico la primera, la segunda y la tercer fila y los tres "No" en bancos de Tesalónica. Pero cuatro fue demasiado. Y cuando en la cuarta entidad le dijeron que no podía retirar los 120 euros de tope que el Gobierno ha impuesto, se derrumbó y empezó a llorar.

La agencia de noticias francesa AFP lo captó totalmente abatido sentado en la calle, con la esperanaza aplastada. Y la foto dio la vuelta al mundo como un fiel reflejo de cómo los griegos sufren la crisis que vive su país,

Chatzifotiadis confesó luego a la AFP sentirse roto porque no soporta ver a su país en esta angustia: "Es por eso que me siento tan golpeado, más que por mis propios problemas personales", dijo.

Ante la debacle económica, la fuga de capitales, la ruptura de las negociaciones con los acreedores para un rescate y el impago al FMI, Atenas cerró sus bancos, limitó la extracción a 60 euros por cajeros automáticos y sólo se limita a pagar las jubilaciones, pero a duras penas.

Desde el miércoles se reabrieron las sucursales durante tres días para que los jubilados, y aquellos que no tengan tarjetas bancarias, puedan retirar sus pensiones, con un tope de 120 euros.

Chatzifotiadis, al igual que su esposa y muchos otros griegos, pasó varios años en Alemania, donde trabajó muy duro en una mina de carbón y más tarde en una fundición, relata el diario El País. "Veo a mis conciudadanos mendigando por unos centavos para comprar pan. Veo cada vez más suicidios. Soy una persona sensible. No puedo soportar ver a mi país en esta situación", aseguró. "Europa y Grecia han cometido errores. Debemos encontrar una solución", dijo.

Nunca quedó en claro qué votó Chatzifotiadis en el referendum de este domingo. O si logró votar. Su mesa de votación estaba a 80 kilómetros de su casa: "No tengo dinero para ir allá, a menos que mis hijos me lleven en su coche", había dicho.

Fuente:  Clarin.com

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