Eutanasia

Autorizada a morir por "dolor psíquico"

Se trata de un nuevo caso que ha sacudido a la opinión pública en Bélgica.

Por Sección Internacionales

No tiene una enfermedad física incurable. Tiene sí una gran pasión por la fotografía y el teatro, que los ha estudiado. Pero a los 24 años, Laura, una flamenca belga, eligió la muerte por eutanasia.

"La vida no es para mí", explicó a los médicos que le han dado el visto bueno para aplicar la eutanasia este verano boreal, en una fecha aún por determinar. Se trata de un nuevo caso que ha sacudido a la opinión pública en Bélgica, donde la ley nacional que habilita a poner fin a la vida por voluntad propia establece que un paciente puede pedirla en caso de "sufrimiento psicológico insoportable".

Y Laura, desde el preescolar, en medio de una infancia difícil, siempre ha considerado el suicidio: "Veía a otros niños jugando, y me preguntaba qué estaba haciendo allí, yo no tenía ganas de vivir", afirma la joven.

La chica, según el diario De Morgen, ha dejando evidencia de un malestar psíquico insoportable. "Me veo muy tranquila ahora, pero probablemente pronto voy a rodar por el suelo bajo el dolor que me inflijo, mi lucha interior nunca terminará", apunta.

La joven está viviendo unos días a la semana en un pequeño apartamento, pero desde los 21 solicitó voluntariamente ser ingresada en un nosocomio, en un intento para recuperarse de un atroz dolor interno que le ha causado una auto-mutilación e intentos de suicidio. 

"Mi vida es una lucha diaria desde mi nacimiento, algunos días me arrastro literalmente cada segundo, mis 24 años han sido una eternidad", desliza. Una eternidad que nunca ha sido muy feliz. 

El punto de inflexión llegó en la clínica donde fue ingresada. Allí conoció a otra chica, Sarah, que fue capaz de hablar libremente de su vida, y también de la muerte. Y Sarah fue quien le dio la idea de la eutanasia, que también ha pedido para ella misma. 

Desde entonces, la perspectiva de una muerte segura ha rodeado las intenciones de Laura, y después de la luz verde de los tres médicos requeridos por la legislación belga, ya está organizando su funeral: "Mis amigos y mi familia conocen mi historia y saben que es la mejor solución para mí", asegura.

Como el caso de Laura, hay alrededor de 50 al año en Bélgica, que representan el 3% del total de la eutanasia llevada a cabo en el país, que el año pasado también ha legalizado el extremo procedimientos para niños. "La eutanasia es una decisión violenta, y cada día -admite- Yo me pregunto: Realmente quiero hacerlo?". Pero, añade inmediatamente: "todos los días, la respuesta es siempre 'sí'".

"Es que la eutanasia hace a mi muerte inevitable, pero por lo menos de modo decente", completa.   Fuente: ANSA

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