trata de personas

Prostíbulo Vip: pidieron 14 años para el dueño del lugar

La querella solicitó la condena para Sebastián Solé por el delito de trata. El pedido para el resto de los imputados es de 4 a 10 años.

Por Gabriela Guilló

“Solé es un empresario como todos, pero con la única diferencia que el producto que él comercializaba eran las mujeres, sus cuerpos”, de esta manera comenzó los alegatos este mediodía la querella en manos de la Unidad de Investigación Financiera en el juicio que se sigue en los tribunales federales contra Sebastián Solé, el propietario de un prostíbulo donde explotaban a alrededor de 30 mujeres y sus diez cómplices.

Para los abogados del organismo quedó comprobado durante el debate que Sebastián Solé montó el negocio como una empresa de servicios de baja inversión, con un operativo de seguridad para no perjudicarlo. Él sabía, como el resto, que se trataba de un negocio ilegal y que incurría en el delito de trata.


La querella.

“Ellas no tenían la libertad de decidir, porque se trataba de mujeres vulneradas, donde la libertad ha sido dañada”, precisó la abogada Mariana Quevedo.

Durante la larga exposición de los letrados lograron detallar cómo funcionaba Pyme Vip, la empresa que contaba con al menos 30 mujeres que trabajaban ofreciendo servicios sexuales.

“Solé quería evitar problemas con agencias de control del Estado, por eso buscó evitar controles municipales y con la Policía Federal”, añadieron en relación a los vínculos que mantenía con dos policías de la Federal y un inspector de la municipalidad de Capital.

Asimismo, se refirieron al papel que jugó el médico ginecólogo, Osvaldo Pastorino, al señalar que el embarazo era un riesgo para este tipo de empresas y por eso se montó una estructura para que las mujeres pudieran abortar.

“Se comprobó que las víctimas no podían decidir cuándo parar por miedo a represalias. De esta manera, las chicas eran mercancías del negocio que debían cumplir con su trabajo”, precisaron.

También consideraron que la empresa, que le dejó ganancias millonarias a Solé -estiman que por mes tenía ingresos que rondaba el millón de pesos- tenía acuerdo con conserjes de hoteles de la zona y buscaba a chicas en todo el país y en el exterior para que brindaran servicios sexuales.

Para los letrados quedó comprobada la existencia de una organización en la que los protagonistas actuaron con dolo directo, es decir, sabiendo que incurrían en un delito, pero continuaron por el rédito económico que representaba.

Por esto solicitaron que Sebastián Solé, sea condenado a 14 años de prisión por el delito de trata y por ser partícipe secundario del delito de aborto. En tanto, para su mano derecha, Paola González pidieron 10 años, mientras que para la otra persona de confianza del empresario, Cristian Padro, solicitaron 8 años.

En tanto, para el médico Pastorino el pedido fue de 8 años por el delito de aborto y el de trata y la inhabilitación por el doble de su condena. La misma cantidad de años solicitaron para el inspector municipal Raúl Cuquejo, aunque para él la inhabilitación es perpetua.

Para el hombre de mantenimiento, Gustavo Torres la pena pedida es de 8 años, mientras que para el personal de seguridad -Sergio Guzmán y Emiliano Salinas- es de 4 años.

Por último para los cabos de la Federal, Ángel Arias y Nelson Bravo, pidieron su inhabilitación perpetua y 8 años de condena.

Tras un cuarto intermedio ordenado por el Tribunal compuesto por Alejandro Piña, Oscar Alberto Hergott y Daniel Petrone, el debate continuará la próxima semana con los alegatos del Ministerio Público.

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