3 de junio

"#NiUnaMenos": los dibujantes se expresan contra la violencia de género

Maitena, Julieta Arroquy, Rep y Liniers reflexionan acerca de toda forma de violencia contra la mujer y sus dibujos se viralizan.

Por Sección Cultura

La imagen de Enriqueta, la niña protagonista de muchas de las tiras de Liniers, con el brazo y el puño hacia arriba, y su otra mano sosteniendo un peluche, fue el grito visual más potente de una convocatoria cargada de imágenes - ilustraciones pero también fotografí­as de anónimos y reconocidos-, impulsada por un grupo de periodistas y que ahora cuenta con la adhesión de representantes del Gobierno, la polí­tica, la cultura y los medios.

"Tengo tres hijas que se están acercando a la edad de Enriqueta y eso es lo primero que pienso cuando escucho noticias sobre la violencia contra las mujeres. Para un padre, pero también para un hombre, esa es la peor pesadilla", dice Liniers en diálogo con Télam, responsable de una de las imágenes más difundidas en las redes y en los medios de comunicación.

Se refiere a la muerte de mujeres en manos de varones, que según estadí­sticas de La Casa del Encuentro, se traducen en un femicidio cada 31 horas en Argentina. "Es bueno visibilizarlo, sobre todo para aquellas personas que están en situación de riesgo y no lo saben, para que puedan recibir ayuda". Hay que recordarlo: la línea 144 recibe denuncias las 24 horas, los 365 dí­as del año.

Otra gran dibujante, Maitena, cuya ilustración se esperó latente en la red, también se sumó a la marcha, "con alegrí­a de que por fin se haya convertido en masiva una concentración que tiene que ver con la vida de las mujeres y con el espanto por lo que causa esta movilización: la sucesión de mujeres muertas, la mayorí­a a manos de hombres a los que conocí­an, con los que habí­an vivido, a los que seguramente amaron".

Su dibujo de una mujer con los pechos tapados por cruces y un "basta" cansado y enojado, condenan "basta de femicidios, de ví­ctimas". "Las mujeres ya no somos las mismas, ya no queremos encajar en los estereotipos de género que se imponen y eso, muchas veces, se paga con violencia", reflexiona Maitena sobre la existencia de esa "violencia machista" perceptible con tan sólo caminar por la calle.

En esto, Rep, creador de varios dibujos con el mensaje "NiUnaMenos", no duda: "Ante esta situación soy mujer, soy ví­ctima, soy ellas, soy la sociedad doliente". Y Liniers suma a esta idea del poder colectivo para combatir la violencia de género: "uno no necesita ser mujer para angustiarse, es una cuestión humana, tampoco necesitamos ser franceses para angustiarnos con Charlie Hebdo".

De la mano de su personaje Ofelia, Julieta Arroquy hace tiempo aborda estas problemáticas y desde su lugar apuesta por mantenerlas "en el candelero de modo que esté presente, que duela, que nos haga preguntarnos cómo podemos revertir esta situación tan angustiante". Es que para ella, "como mujer y como artista es imposible no sentirse tocado por el tema y no querer ayudar y aportar algo".

"Ofelia dice basta de maltratarnos, matarnos, quemarnos, violarnos, prostituirnos. Es importante que todo aquel que tiene un espacio para expresarse lo haga, cuantas más voluntades se sumen más ruido", sostiene Arroquy, mientras Liniers repara en que "la percepción sobre las mujeres desde los medios no ayuda; en la televisión son muy claros los roles asignados: a ellas les cortan la pollerita".

"Toda esa presión para estar siempre flacas, hermosas y depiladas como si el único destino fuera agradarle a los hombres también es violento y nos altera la vida, -advierte Maitena sobre estas agresiones naturalizadas, a veces imperceptibles-, pero claro que lo peor es que nos hagan creer que si un tipo te cela es porque te ama, que si te vestí­s de una manera o de otra sos más o menos puta".

Para Liniers, éstas violencias, que en el último tiempo se hicieron oí­r con los femicidios de Wanda, Ángeles, Melina, Lola y Chiara, entre muchas otras, que incluso no tuvieron nombres para los medios de comunicación, "desgraciadamente, es el modo en el que los hombres marcaron su territorio, todaví­a hay gente que sigue viviendo con esa sensación de dueño, porque uno nunca tratarí­a a alguien así­ sino siente que es de su propiedad".

Arroquy condensa: "Hay un entramado cultural y social muy fuerte que ha permitido estas muertes, desarmarlo no es una tarea fácil pero si estamos atentos, si las leyes cambian, si la educación hace foco en contrarrestar el machismo acérrimo con el que convivimos, y la dirigencia polí­tica pone el tema en la agenda, algo deberá cambiar o al menos albergo esa esperanza".

Maitena espera que la concentración del miércoles a las 17 en la Plaza de los dos Congresos para decir "NiUnaMenos" a los femicidios y violencias machistas sirva para "que mucha más gente tome conciencia de que no hay una única manera de ser mujer o de ser hombre, que los prí­ncipes azules no existen y sí­ existen muchos machos que se aprovechan de esos ideales".

Mientras Rep se recuerda "no olvidar de dibujar este tema, siempre" y que "la gente mantenga el grito en sus oí­dos", Arroquy resume una idea común: "Serí­a muy inocente pensar que tras la marcha se van a terminar los femicidios", pero "el grito de `NiUnaMenos` es una sentencia, es un grito desesperado para que no haya una muerta más".

Fuente: Télam

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