La canción que hizo famosa en la década de los 70, Wild world, dio el empujón necesario para que Stevens se adueñara sin problemas de la Quinta Vergara, sede del certamen musical.
La canción que hizo famosa en la década de los 70, Wild world, dio el empujón necesario para que Stevens se adueñara sin problemas de la Quinta Vergara, sede del certamen musical.
El coro de 15.000 voces repitieron con First cut is the deepest, mientras los organizadores respiraron tranquilos después de que el monstruo como llaman al público del festival por su pasado 'devorador' de artistas, despertara de nuevo, como en la jornada anterior.
Oh very young, otro emblemático éxito en la carrera del británico, y How can I tell you acabaron por hechizar al público, que le siguieron acompañando con Moonshadowy el romántico Father and son.
Después de una veintena de canciones el músico recibió como premio la Gaviota de Plata, interpretó otro dos de sus éxitos y nuevamente salieron los animadores oficiales, esta vez para entregarle la Gaviota de Oro, con un artista cada vez más sorprendido por los trofeos.