"Todo lo que aprendí de ciencia fue viendo a los Simpsons"

Un ingeniero industrial dió una charla a sala colmada usando la célebre serie de televisión para divulgar conocimientos científicos.

Claudio Sánchez, es un ingeniero industrial que se dedicó a la docencia y desde allí descubrió en la serie de los Simpsons una maravillosa herramienta para divulgar el valor de los conocimientos científicos, como una forma de satisfacer su inquietud de ayudar a que muchos pudieran aprovechar los beneficios del saber científico.

“El buen profesor debería reconocer la importancia de descubrir la ciencia donde uno no espera que esté. Es muy fácil encontrar ciencia en un laboratorio, lo maravilloso es encontrar ciencia en el cine, en la calle o en series como los Simpsons, que está llena de referencias y chistes vinculados con la ciencia, porque entre sus guionistas hay mucha gente que tiene un nivel de conocimiento científico elevado”, comenzó diciendo Sánchez.

“Era casi un deporte, un hobby para mi, era estar siempre atento para ver dónde y de qué manera aparecía la ciencia en cualquier parte y cuando empecé a ver los Simpsons me dí cuenta que hay mucho de ciencia en eso. Es más, hay muchos chistes que están como escondidos y que muchas veces ni nos damos cuenta de que ahí había un chiste, porque no tenemos el conocimiento científico necesario para entenderlo. Muchas cosas yo las descubrí, no porque las haya visto en los Simpsons, sino porque cuando las ví en la serie, me puse a investigar para entender cómo era el fenómeno del que hablaban”, explica.

“A mí me pasó lo que a la mayoría de la gente al principio, porque el dibujo y el concepto de la serie rompía un molde vinculado a los dibujos animados. Los personajes son feos y ordinarios, la mujer tenía en la cabeza una cosa que no se sabía si era un sombrero o un peinado, Bart y Lisa eran maleducados e insoportables y como a casi todos, a mí también me costó amigarme con los Simpsons, pero después me di cuenta de que era un vehículo muy importante para la divulgación y me puse a trabajar en ello”, expresó Sánchez.

El profesional dio una charla este viernes en el aula magna de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria que estuvo colmada de jóvenes, curiosos de conocer la propuesta.

“Yo espero con esta charla despertar interés por el conocimiento y que se pueda aprender a pensar después de ver estas cosas, por eso es importante la matemática. No se trata de saber ciencia porque quiero ser biólogo o científico, sino entende que si sos médico, abogado o arquitecto y además sabés matemática, vas a poder pensar mejor, porque el pensamiento matemático es lógico, ordenado y te enseña a encadenar pensamientos usando la lógica para ensamblarlo. Está bueno que seas guía turístico, pero si sabés matemática, vas a poder explicar mejor las cosas que tus turistas vean”, explicó.

“Recuerdo que la primer cosa que me llamó la atención en el primer episodio que vi tenía que ver con un viaje que hacen los Simpsons a Australia, porque Bart quería saber si era verdad que el agua en el inodoro o en los sumideros gira al revés en el otro hemisferio y así descubrí que ese concepto es falso. Se verifica para las cosas de muchísimo volumen, como las tormentas o los movimientos de las nubes, pero en el inodoro, como es un fenómeno muy chico en el que influyen muchos factores, a ese nivel, eso fenómeno no se verifica”, expresó.

También relató otra de las anécdotas que vinculan la ciencia con las cosas cotidianas y que tiene que ver con la publicidad. “Una marca de agua de esta provincia que tenía una publicidad en la cual se veía una gota de agua en la que se reflejaba la imagen del hotel que es emblema de la marca. Si eso estuviera de acuerdo con la óptica y la física, la imagen del Hotel debería aparecer cabeza abajo y uno dice, está bien, están vendiendo un producto y esas cosas no importan. Esto puede ser cierto en cuestiones de marketing, pero está bueno saberlas y además, mucha gente que ha visto todos los capítulos de los Simpsons, ahora podrá verlos de nuevo como si fuera la primera vez, porque van a entender muchos chistes que no advirtieron al verlos por primera vez”.

Sánchez concluyó diciendo que “el conocimiento científico trasciende a la ciencia. El que sabe de ciencias es mejor votante, es mejor consumidor, es mejor trabajador simplemente porque tiene la cabeza más y mejor ordenada, entonces toma mejores decisiones, ordena mejor su tiempo y su trabajo y la consecuencia necesaria de todo ello es que se obtienen mejores resultados de su esfuerzo”.

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