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Cameron busca controlar la inmigración limitando los beneficios sociales

El primer ministro británico admitió que se trata de unas reformas "radicales", pero "razonables" y "justas".

Por Sección Internacionales

El primer ministro británico, David Cameron, busca controlar la inmigración y para eso propuso limitar los beneficios sociales imponiéndoles a aquellos procedentes de la UE un plazo perentorio de seis meses para que consigan trabajo.

En un discurso pronunciado en Straffordshire, en el centro de Inglaterra, Cameron reveló las líneas generales de su plan para reducir el ingreso de comunitarios, que formarán parte de sus negociaciones de reforma de la Unión Europea (UE) antes del prometido referéndum sobre la permanencia o salida del bloque.

Cuando faltan menos de seis meses para las elecciones generales británicas, el jefe del Gobierno dijo hoy que no está en contra de la inmigración, pero sí a favor de un control sobre el número de extranjeros que entran en el Reino Unido para buscar trabajo, informó la agencia de noticias EFE.
El Reino Unido recibió a unos 583.000 inmigrantes en el año hasta el pasado junio, frente a los 502.000 registrados en ese mismo periodo del año anterior, según datos oficiales.

Esos datos precisan que el aumento de la inmigración estuvo propiciado, entre otros factores, por la llegada al Reino Unido de 45.000 personas procedentes de la Unión Europea (UE), mientras que 30.000 lo hicieron desde fuera de las fronteras comunitarias.

Según sus planes, si es elegido para un segundo mandato en mayo de 2015 dará un plazo de seis meses a los inmigrantes comunitarios para encontrar empleo, de lo contrario deberán abandonar el país.

Asimismo, según su plan, sólo podrán acceder a algunos subsidios sociales, como las ayudas de vivienda, después de haber residido en el Reino Unido durante cuatro años.

Entre otras cosas, el primer ministro quiere hacer más difícil que los inmigrantes comunitarios traigan familiares, mientras que se impedirá volver a entrar a los ciudadanos que hayan cometido algún tipo de fraude en el Reino Unido.

El jefe del Gobierno admitió que se trata de unas reformas "radicales", pero "razonables" y "justas".

"Está claro que la gente se siente frustrada. Esto se reduce a una palabra: control", afirmó Cameron.

"La gente quiere que el Gobierno controle el número de personas que vienen aquí y las circunstancias en que lo hacen", añadió.

Si bien Cameron admitió que el Reino Unido apoya el principio comunitario de libertad de movimiento de los trabajadores, consideró la importancia de frenar los abusos.

Fuente: Télam

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