Nueva ley de tránsito

La tolerancia cero al conducir amenaza al vino

El 95% del alcohol que se bebe en Argentina proviene de la cerveza y el vino.

Por Federico Manrique

En el Senado de la Nación comenzó a debatirse un proyecto de reforma a la actual Ley de Tránsito para incluir, entre otros puntos, la tolerancia cero de alcohol a la hora de conducir. El simple debate y la posibilidad de que se cambien los actuales rangos permitidos de tolerancia cero para profesionales del volante, de 0,2 g/l para motociclistas y 0,5 g/l para particulares abre toda una nueva amenaza para la industria vitivinícola de la Argentina, teniendo en cuenta que el 95% del alcohol que se consume en el país proviene del consumo de cervezas y vino.

El debate, polarizado entre los funcionarios nacionales que impulsan la reforma de la actual Ley de Tránsito, familiares de víctimas de accidentes de tránsito y representantes de la industria vitivinícola, abrió todo un nuevo escenario de emergencia para la industria vitivinícola, que ya viene perdiendo mercado a nivel externo y registrando caídas en volumen en sus ventas al mercado doméstico. Una tendencia que se agravaría considerablemente más si se instala la tolerancia cero de alcohol para los conductores tanto de automotores como motos.

El primero en salir a proponer alternativas fue el titular del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Guillermo García, quien participó de un plenario en el Senado de la Nación para introducir modificaciones a la Ley de Tránsito. El funcionario propuso como opción la incorporación de sensores en los vehículos para que no arranquen en el caso de que el conductor haya consumido alcohol en exceso.

Al respecto, García manifestó que “estuvimos defendiendo la posición de la vitivinicultura junto con la COVIAR, Bodegas de Argentina y el Fondo Vitivinícola de Mendoza. La verdad que es un tema muy difícil de sentar en este plenario de comisiones de Hacienda y Presupuesto, de Justicia y Asuntos Penales; y de Infraestructura, Vivienda y Transporte. Lo cierto es que estaban presentes las asociaciones civiles que luchan por la vida y que todas están impulsando la tolerancia cero y que este proyecto de ley del Gobierno Nacional fue defendido por el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo. Como parte de la industria vitivinícola, no queremos que se alteren los valores de tolerancia cero para profesionales, 0,2 g/l para motociclistas y 0,5 g/l para particulares. Estamos de acuerdo en mantener esos valores, pero la mayoría de los senadores se inclinan por la tolerancia cero. Entonces dejamos nuestras propuestas, que serán consideradas por el Ministro y por los senadores, que obligatoriamente se incorporen sensores en los camiones y transporte de pasajeros, obligatorios a partir del 2015 ó 2016”.

Más allá de lo acontecido, García afirmó que “vamos a seguir defendiendo el consumo responsable y da la sensación que esto va a ser ley en la Argentina. Luego las jurisdicciones van a seguir avanzando como lo hicieron Córdoba y Salta. Lamentablemente para la industria vitivinícola será una pérdida de litros de venta. Con esto venimos insistiendo desde el 2009, pero la siniestralidad ha seguido avanzando y para nosotros el daño será inmediato. Sumamos otro problema a los que está afrontando la vitivinicultura. En esto es muy difícil plantear una alternativa que no sea la que nosotros estamos proponiendo, ya que los sensores evitan el azar y actúan sobre el problema. Lo otro es dejarlo en manos del control que puede ser más o menos eficiente. Pero lo cierto es que en el mundo se está avanzando en este sentido y han tenido una reducción de la siniestralidad”.

Argentina de por si no es un país con alto nivel de consumo de alcohol en su población y la tendencia a futuro marca una progresiva baja en la ingesta de bebidas alcohólicas. De hecho, el consumo per cápita de bebidas alcohólicas viene en retroceso, lo que muestra que no hay una relación directa entre el consumo de alcohol en la población y una mayor siniestralidad vial en la provincia y el país.

Según datos de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), en 1983 el consumo per cápita de bebidas alcohólicas en el país era de 81,7 litros al año. Al 2013, el consumo per cápita cayó a 67,3 litros al año, esto es una baja del 17,6% (ver gráfico).

Tampoco hay una relación directa del vino con los accidentes de tránsito. De hecho el consumo per cápita de vinos en la Argentina viene en retroceso y siendo reemplazado por la cerveza. En 1982 Argentina tenía un consumo per cápita de 73,6 litros de vino al año, frente a una ingesta de 7,7 litros de cerveza y 33,8 litros de gaseosas por persona al año. Al 2013 la tendencia se revirtió, con un consumo anual per cápita de vino cayendo hasta los 25,6 litros y con la cerveza subiendo a 41,7 litros por persona al año y el de gaseosas a 102,5 litros por persona al año.

En casi 30 años el consumo per cápita de vinos en la Argentina cayó un 65,2%, según datos de la Coviar.



¿Estas a favor de la tolerancia cero de alcohol para conducir?

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