Tras crecer en 2013, la vitivinicultura presenta en 2014 una coyuntura debilitada por la caída en las ventas y los aumentos de costos. La contracción del consumo por el deterioro del salario real como consecuencia de la alta inflación, por el lado de la demanda, y la suba de costos por el lado de la oferta, está haciéndole perder terreno al vino tanto en el mercado interno como en las exportaciones, según un informe de la consultora IES.